Exfoliación química
La exfoliación química es el resultado de aplicar sobre la piel sustancias que la regeneran y mejoran su textura, eliminan las células muertas, aclaran las manchas, reducen la producción de grasa, mejoran el aspecto de las cicatrices y tratan el acné, entre otras.
La exfoliación química es el 5º tratamiento médico-estético más frecuente en los EEUU.
Desde el antiguo Egipto se tiene conocimiento del uso de sustancias naturales para mejorar el aspecto de la piel, como el ácido láctico que encontramos en la leche fermentada. Hoy en día disponemos de esa sustancia y muchas más, todas ellas en diferentes concentraciones y grados de acidez para adaptarnos a cada problema y tipo de piel.
La exfoliación superficial afecta a la capa más externa de la piel, la epidermis. Las exfoliaciones media y profunda actúan, además, en la siguiente capa, la dermis.
La exfoliación química superficial mejora la textura, atenúa manchas, reduce la producción de grasa, combate el acné, mejora cicatrices leves y el tono apagado de la piel, entre otras.
Las exfoliaciones químicas media y profunda actúan, además, atenuando arrugas y cicatrices.